miércoles, 26 de febrero de 2014

Búsqueda científica

A lo largo de nuestra trayectoria personal y profesional se dan multitud de ocasiones en las que la búsqueda de cierta información se convierte en toda una Odisea. La época universitaria es un buen momento para aprender a realizar una buena búsqueda. Buscar información no es algo complicado basta con poner, por ejemplo, en google una sola palabra y obtendremos cientos de resultados.

En la actualidad, esa búsqueda de información se simplifica a la acción de encender el ordenador y navegar por la red, apenas nos molestamos en ir hasta una biblioteca para consultar libros. Internet nos da infinita información sobre cualquier cosa que queramos saber, pero está en nosotros el hacer una buena búsqueda de esa información, conseguir lo que realmente estamos buscando, analizarlo, evaluarlo y aprovecharlo de forma eficaz.

No hay que olvidar que toda la información que Internet nos brinda no es fiable, ya que la información que se publica no está sometida a ningún riguroso análisis. Por ello, es importante acostumbrarse a saber el tipo de fuente de todo aquello que consultamos y contrastarla antes de hacer uso de ella.

De esta forma podemos encontrar información general: desde el tiempo que va a hacer en el día de mañana o bien las noticias diarias… hasta qué equipo de fútbol se proclamó vencedor… pero si vamos en busca de la información científica, esta acción es algo más laboriosa.

Para ello, primeramente necesitamos escoger una buena base de datos. La que más utilizo es Scopus, pues la considero  muy completa, ya que te permite realizar una búsqueda por autores, por primeros autores, por títulos, por abstract…

Una vez que en el buscador escribes una palabra, autor, revista… del tema al que quieres acceder, obtendrás una lista finita (más o menos larga según de que se trate) de artículos. Evidentemente, si la lista contiene multitud de artículos es imposible leer todos, por lo que yo suelo realizar una serie de pasos antes de escoger uno de ellos:
  • Primero de todo, suelo fijarme en los artículos que más citas tienen, ya que estos suelen ser los más genéricos sobre un tema.
  • A continuación, leo el título de cada artículo, seleccionando aquellos que consideró que me van a ser más útiles.
  • Por último, leo los abstracs, resumen de lo que el artículo nos quiere decir.

Una vez realizado estos tres pasos seguramente que esa primera lista que obtuve en mí primera búsqueda se habrá simplificado y alguno de sus artículos será de mi utilidad.


El cuarto paso, sería estudiar ese artículo, analizarlo y ver qué cosas nos puede aportar a nuestra investigación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario